Reseña
Mi nombre es Patricia Marques Paiva, cursé Diseño gráfico en la UNC. Soy una entusiasta de las letras y de la caligrafía que estudié en forma autodidacta. Trabajé nueve años realizando los diplomas de la UNC. Además, me desempeñe durante doce años como gerente comercial de un local de decoración lo cual me dio las herramientas para lograr mi propia empresa. Siempre he tenido una actividad proactiva frente al trabajo. Soy Jabonera y emprendedora. Tengo 58 años, tres hijos y tres nietos a los cuales le dedico la mayor parte de mi vida. Y en esta etapa solo hago lo que me apasiona.
¿Como empezó el proyecto y por qué elegiste el aceite de oliva?
El proyecto empezó hace 8 años aproximadamente y ya en ese momento el tema de practicar “la alquimia de los aromas en forma natural” era recurrente en mi cabeza. En un viaje de placer a la zona del Mediterráneo, tuve la suerte de visitar una jabonería tradicional. Ese lugar, sin duda fue mi fuente de inspiración. En esa etapa trabajaba con una amiga y fue una época de mucha investigación y sacrificio. Yo además tenía otro trabajo que me demandaba muchas horas.
Una de las coincidencias más maravillosas que me sucedió fue darme cuenta que vivía en Mendoza y por consecuencia tenía acceso a la principal materia prima (que, como plus, era de una calidad suprema). Sin duda poder fabricar jabones con Aceite de Oliva Extra Virgen local, marcaba la diferencia. Este tipo de jabones se hacían desde la antigüedad y yo tenía a mi disposición los materiales de excelencia para elaborarlos.
¿Como se hacen los jabones?
Los jabones de Olivia son elaborados a partir de aceites vegetales, en forma artesanal y según el método tradicional en frío. Se emplea principalmente Aceite de Oliva Extra Virgen y porcentajes menores de aceite de pepita de uva, de coco y otros aceites esenciales, brindando distintas propiedades para cada tipo de piel. Saponificación en frío se le llama al proceso de convertir aceites en barras de jabón sin el uso de espumantes químicos, detergentes o bases prefabricadas. En procesos químicos, saponificar requiere que se usen dos fases: una oleosa (aceites de oliva, de coco, oleatos, karité etc.) y una fase acuosa alcalina (hidróxido de sodio, agua destilada o según el caso hidrolatos) que, como resultado de mezclarlos bajo las condiciones de temperatura apropiados, se convierte en jabón. Todo el proceso es totalmente artesanal y se realiza a mano.
¿Se notan diferencias del jabón si usas aceite de oliva virgen extra y un aceite de oliva?
Si bien no estamos utilizando el aceite de manera gourmet hay aspectos muy importantes a tener en cuenta. El aceite de oliva común al pasar una serie de procesos químicos y físicos que conforman el refinado para eliminar sus deficientes características, trae aparejado el problema de que en la mayoría de estos métodos se eliminan también las sustancias que aportan al aceite muchas de sus propiedades saludables y también cosméticas que son las que nos interesan.
¿Qué propiedades tienen los jabones al ser de aceite de oliva?
El Aceite de Oliva Extra Virgen ha sido reconocido por generaciones no solamente como beneficioso para el interior de nuestro organismo sino también por sus cualidades de hidratación, penetración y regeneración de células de la dermis. Es muy rico en nutrientes, antioxidantes y vitaminas. Los tejidos de la piel están expuestos a los factores externos, necesitan regenerar las células y una manera de neutralizar estos nefastos efectos es cuidar nuestra piel con productos con aceite de oliva virgen extra. Las altas proporciones de vitaminas A, D y K y también la vitamina E protegen a las células de la oxidación y es una ayuda específica y efectiva para tratamientos de desórdenes en la piel. Otro de los componentes que tiene, es el polyphenol, que es conocido por posponer el efecto del tiempo. Contribuye efectivamente a reparar las células y limitar los efectos dañinos sobre la piel. El hidroxitirosol, un antioxidante que se encuentra solo en el Aceite de Oliva Extra Virgen, tiene efectos antiinflamatorios que ayudan a mejorar las abrasiones de la piel, los sarpullidos y hasta las quemaduras solares. El aceite de oliva contiene también escualeno que es una hidratante natural. El sebo es lo que hace que la piel sea grasa y el escualeno tiene la habilidad de regular esta secreción. Los ácidos grasos del aceite de Oliva son un remedio natural para la dureza de los codos, las manos y cutículas. Por último, pero no por eso es menos importantes, los jabones de Olivia cuentan con un sobre engrasado. Esto significa que una pequeña parte del AOVE no se saponifica y va directamente con todas sus propiedades a nuestra piel.
¿Qué productos realizas y si hay alguno en proceso?
La producción de Olivia es artesana y limitada. Actualmente hay más de quince variedades de jabón utilizando productos locales en lo posible. Entre ellos tengo una versión local del “jabón de Alepo”. Algunos aceites son importados y resultan imprescindibles, como el aceite de coco que es el que le brinda la espumosidad. Si fueran solamente de oliva serían más duros, sí humectarían la piel, pero no lograrían la espuma deseada para la limpieza. Por otro lado, están los shampoo solidos: pues es más que reconocida los beneficios del AOVE en el cabello. Se complementa con un serum sólido post lavado. Otro de los productos que merece mención son las burbujas de oliva. Son bombas efervescentes para tirar en la tina y hacer un relax mientras tu piel se nutre.
Todos los productos están elaborados, cortados, envasados y etiquetado a mano. También hay trabajos especiales y muy gratificantes para algunas olivícolas provinciales, Hoteles y Bodegas que muestran sus productos regionales al turismo. Proyectos hay muchos. La situación actual del país casi siempre limita pues los materiales no siempre se consiguen. Pero la actitud positiva siempre es el factor mas importante a la hora de innovar.
Autor: Nicolás Birnbaun https://www.instagram.com/nbirnbaum/
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