Por Ana Josefina García Santillán

España se considera el primer productor y exportador mundial de aceite de oliva. La gran variedad de variedades de aceituna del país da lugar a un aceite de oliva de altísima calidad, único en el mundo.

Existen tres categorías comerciales o tipos de aceites de oliva: Aceite de oliva virgen extra, (es decir 100% jugo de aceitunas en su óptimo estado de maduración, obtenido únicamente mediante procesos mecánicos, logrando la máxima calidad, libre de defectos, por lo que presenta excelentes características de producción. gusto y olfato. La acidez debe ser como máximo del 0,8%). Aceite de oliva virgen (también 100% zumo de aceituna, y aunque no alcanzan el nivel de calidad del aceite de oliva virgen extra, comparten con ellos su acción antioxidante y su riqueza en ácidos grasos monoinsaturados. La acidez suele estar por encima del 0,8% y como máximo el 2%). Por último el Aceite de oliva (mezcla de aceites de oliva refinados a partir de aceites vírgenes que no han alcanzado el alto nivel de calidad requerido para los aceites vírgenes y vírgenes extra y de aceites vírgenes o vírgenes extra en proporciones variables. Con estos comparten su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados. Su acidez máxima debe ser del 2%).

Las frutas vírgenes y extra vírgenes también aportan antioxidantes naturales, por lo que son consideradas las más saludables en medicina. Aceites de gran calidad y excelentes propiedades gustativas y aromáticas que contribuyen en la cocina a la elaboración de platos como este pan de aceite con aceitunas y orégano, receta de Aceites de Oliva de España.

¿Qué vamos a necesitar?

Ingredientes:

  • 500 g de harina de fuerza
  • 300 ml de agua
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 9 g de sal
  • 20 g de levadura fresca
  • Un puñado de aceitunas cortadas en rodajas
  • Orégano
  • Sal gruesa

Elaboración:

En un bol amplio colocamos el aceite de oliva virgen extra, harina, sal, agua y la levadura desleída con una cucharada de agua y mezclamos todo muy bien con una cuchara de madera. Cuando la masa esté del todo unida, con las manos y la mesa de trabajo untadas con aceite terminamos de amasar, observando la fuerza y la elasticidad que va adquiriendo la masa. No es recomendable trabajarla en exceso. Al terminar el amasado, agregamos las aceitunas y el orégano.

Formamos una bola estirando la masa y recogiendo hacia el centro, le damos la vuelta y la colocamos en un cuenco previamente untado con aceite. Tapamos con un paño y dejamos reposar 1 hora aproximadamente.

Volvemos la masa en la mesa de trabajo untada previamente con aceite y repetimos la misma operación de estirar y plegar hacia dentro formando de nuevo una bola. Volvemos a colocar en el cuenco aceitado con los pliegues hacia abajo, tapamos con el paño y dejamos reposar. Si la temperatura ambiente es alta, deberá reposar 2 horas y, si por el contrario, la temperatura es baja, dejar reposar 2,5 horas.

En una bandeja de horno volcamos el cuenco, aceitamos la superficie con las manos y hundimos ligeramente los dedos en la masa. Calentamos el horno a 190 ºC -200 ºC con un recipiente con agua para generar humedad, que sacaremos a los pocos minutos de introducir el pan. Mediante esto se consigue una corteza más brillante y crujiente.

Horneamos durante media hora aproximadamente. El pan tiene que tener un color dorado y si se golpea en la parte baja tiene que sonar a hueco. Espolvoreamos por encima un pellizco de sal gorda, dejamos enfriar sobre una rejilla, y ¡listo! El pan puede ser para acompañar cualquier plato, o solo cortado en rebanadas con un chorro de aceite de oliva virgen extra y tomate rallado.

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