Por Ana Josefina García Santillán

A pesar de un verano abrasador, los olivareros y productores de aceite de la mayor parte de Argentina disfrutaron de una cosecha exitosa este año después de tres temporadas decepcionantes entre 2020 y 2022.

Según datos provisionales del Consejo Oleícola Internacional, Argentina produjo 33.000 toneladas de aceite de oliva en 2021/22, aunque algunos creen que la cifra habrá que revisar a la baja.

En las provincias del norte, entre ellas Catamarca, La Rioja y el norte de San Juan, hubo un rendimiento medio; pero con un aumento importante en comparación con 2022. 

En el centro de Argentina –el sur de San Juan y Mendoza– la cosecha fue buena, un poco por encima del promedio. El problema en el oriente mendocino fueron las heladas y el granizo. Y en la región sur, es decir San Rafael (en el sur de Mendoza) y Neuquén, tuvieron muy buena cosecha; mucha más cantidad y por encima de la media.

En Chilecito, un departamento de la provincia de La Rioja que alberga numerosos olivares, los productores confirmaron una cosecha abundante. 

La excelente cosecha de Argentina se produce inmediatamente después de las malas cosechas en toda la cuenca mediterránea. Por lo tanto, se anticipan caídas de la producción en España, Turquía, Portugal y Grecia en los próximos años, lo cual también afectaría de manera negativa a las exportaciones a nuestro país. 

Frente a esta situación, algunos productores en Argentina tienen la oportunidad de expandir las exportaciones y conseguir los dólares estadounidenses necesarios para impulsar las producciones. A pesar de las complicaciones actuales de las monedas paralelas de Argentina significa que quizás los beneficios no son tan grandes como parecen. Las malas cosechas europeas generan un aumento de precio para nuestras producciones.

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