Por Ana Josefina García Santillán.
Según un estudio de la universidad de Nápoles, se descubrió que el helado de origen vegetal ofrece menos grasa y menos calorías que el helado tradicional a base de leche.
Además, la investigación identificó que las interacciones químicas permitieron que los polifenoles se liberarán durante la digestión, proporcionando antioxidantes potenciales. Los datos mostraron que el aceite de oliva extra virgen ofrece la posibilidad de elaborar helados innovadores que pueden llegar a ser potencialmente saludables y funcionales.
Se examinó que los helados diseñados y desarrollados sustituyendo la nata de leche por aceite de oliva extra virgen tenían menos ácidos grasos saturados y más monopoli saturados. También aportaron polifenoles bio accesibles y aumentaron la actividad antioxidante.
Se produjeron helados con sabor a leche y a chocolate que contenían 14,1% y 10,2% de crema de leche, o 5,1% y 3,6% de aceite de oliva extra virgen.
En palabras de los autores del estudio “Los datos demostraron que el aceite de oliva extra virgen puede ser un sustituto funcional de la grasa en recetas de helados para generar productos más saludables”.
En comparación con los helados tradicionales, las mayores concentraciones de compuestos orgánicos volátiles específicos se describieron como “herbáceos”. El aceite de oliva es un alimento funcional que puede agregarse a otros alimentos para convertirse en una parte innovadora de las culturas alimentarias. Al mismo tiempo, se considera como un ingrediente clave en la dieta mediterránea.
Está comprobado que con solo dos cucharadas de aceite de oliva al día se correlacionan con una reducción del 44% de las tasas de enfermedades cardíacas. El consumo regular de aceite de oliva reduce el riesgo de diabetes entre un 50% y un 80%, variando según las poblaciones. Además, su consumo regular se asocia con una reducción relativa del 40% en el riesgo de sufrir accidente cerebrovasculares.
Los resultados de este estudio mostraron que no solo el sabor era aceptable, sino que también se descubrió que la versión del chocolate sabía igual que la versión tradicional hecha con grasa láctea.