Repasamos las razones históricas por la cual se comenzaron a promulgar Leyes a favor de la Olivicultura en Argentina.

A mediados del siglo XVI, se inicia un incremento y gran difusión del cultivo del olivo, principalmente en la región de Cuyo. Los españoles preocupados por esta situación y durante el reinado de Carlos III, ordenaron entre otras medidas restrictivas no plantar olivos, además de no reponer los que se perdían por algún motivo, dado que, si existía suficiente aceite para proveer a la región, disminuiría el comercio con los reinos españoles.

Esta medida fue mal interpretada por algunos gobernadores españoles y ordenaron talar varios olivares en plena producción.

Su cultivo después de esta pragmática disposición de Carlos III, se mantuvo estacionario por más de medio siglo, también durante el periodo de la Independencia y aun después de nuestra organización nacional.

A principios de la década del 30 hubo una crisis mundial olivarera originada por la competencia de aceites a base de semillas oleaginosas, por ese motivo se originó en el año 1932 la Ley 11.643 siendo presidente en ese momento el general Agustín P. Justo. Se decretó un reglamento con 30 artículos, incluyendo un mapa que indicaba la región económica del olivo.

Dentro de este mapa estaban incluidas las provincias de La Rioja, Catamarca, San Juan y norte de Corrientes. En los apartados el articulo va indicando distintos departamentos de las provincias de San Luis, Córdoba, Mendoza, Tucumán, Salta, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y el territorio de Rio Negro.

Lamentablemente no se cumplió en forma estricta esta Ley, de haber sido así se hubiera afirmado con más celeridad la industria del AOVE apoyada por la industrialización olivarera argentina.

Más reciente en el año 2012, se sanciono la Ley 26839, que declara al aceite de oliva como Alimento Nacional, con el objetivo también de fomentar su consumo mediante promociones en eventos culturales, sociales y deportivos, apoyar su actividad económica y dado sus importantes aportes nutricionales incluirlo en la canasta alimentaria de los argentinos.

De a poco los argentinos estamos incorporando el consumo de aceite de oliva virgen extra, en la medida que vamos conociendo sus múltiples beneficios para la salud, pero aún es muy poco, se estima 140 mililitros per cápita por año, en tanto, por ejemplo, España ese valor supera los 13 litros.

Por Adriana Carrasco. Instagram: @adrianaberbora

FOTO: Foto de inmigrantes europeos desembarcando en Argentina – Wikipedia

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